En Defensa de la Fe


Décimo Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo B 2018

Te comparto la reflexión correspondiente al Décimo Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo B 2018, sobre las lecturas de la Biblia que se proclaman durante la Eucaristía de este día.


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Nota acerca de la fecha: En el 2018, corresponde al Domingo 10 de Junio.



"¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo no puede subsistir""¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo no puede subsistir"



Génesis 3,9-15

¿Dónde estás? (…) Me escondí…

 

Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre: "¿Dónde estás?" Él contestó: "Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí." El Señor le replicó: "¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer?" Adán respondió: "La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto, y comí." El Señor dijo a la mujer: "¿Qué es lo que has hecho?" Ella respondió: "La serpiente me engaño, y comí." El Señor Dios dijo a la serpiente: "Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón."


II Corintios 4,13-5,1

Creemos y por eso hablamos

 

Hermanos: Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: "Creí, por eso hablé", también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros. Todo es para vuestro bien. Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento, para gloria de Dios. Por eso, no nos desanimamos. Aunque nuestro hombre exterior se vaya deshaciendo, nuestro interior se renueva día a día. Y una tribulación pasajera y liviana produce un inmenso e incalculable tesoro de gloria. No nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve. Lo que se ve es transitorio; lo que no se ve es eterno. Es cosa que ya sabemos: Si se destruye este nuestro tabernáculo terreno, tenemos un sólido edificio construido por Dios, una casa que no ha sido levantada por mano del hombre y que tiene una duración eterna en los cielos.


Marcos 3,20-35

¿Cómo va a echar Satanás a Satanás?

 

En aquel tiempo, Jesús fue a casa con sus discípulos y se juntó de nuevo tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus cabales. También los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: "Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios." Él los invitó a acercarse y les puso estas parábolas: "¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre." Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.

 

 

Algunas reflexiones

 

¿Qué decimos los creyentes acerca de Jesús? ¿Decimos que está loco?; ¿Afirmamos que actúa movido por el mal (es decir, por Belzebú)?; ¿Advertimos que hay que ‘atajarlo’ para que no siga  haciendo tonterías? No, no es eso lo que decimos de Jesús. Por el contrario. Lo que afirmamos de Jesús (y lo creemos) es que actuó y sigue actuando con cordura (la cordura del amor); que está habitado y movido plenamente por el Espíritu de Dios (el Espíritu del amor y de la verdad); que hay que permitirle actuar en nosotros para que el mundo cambie; que es nuestro salvador.  

 

Necesitamos volver sobre lo esencial, revisar nuestra manera de creer y re-cargarnos de amor y de esperanza para no perder el rumbo y para vivir con la mayor coherencia posible la fe en Cristo Jesús, el Hijo enviado por Dios para sacarnos – como dice san Pablo – del poder de las tinieblas del mal y del egoísmo y llevarnos a la luz admirable de su misericordia, de su verdad y de su acción liberadora.  Se necesita valentía y convicción para creer en un mundo superficial y utilitarista, en el que todo es relativizado y en el cual es fácil dejarse absorber y confundir.

 

Fijémonos en la actitud del mismo Jesús, quien es el centro de las incomprensiones de su propia familia y de los ataques de las autoridades de su tiempo. Él no pierde el norte, sabe qué quiere, tiene claridad sobre lo que hace y debe hacer, está centrado en el amor y su proyecto de vida está construido alrededor del Reino de Dios (es decir, la presencia amorosa de Dios que, con su acción, transforma el mundo).  Jesús no pierde la serenidad y enfrenta con firmeza y agudeza la oposición de sus adversarios, la incomprensión de sus allegados y  las resistencias de muchos. Hay que contar con todo esto en el ejercicio de la misión y en la vivencia de la fe.

  

Jesús desenmascara el ataque de los escribas colocándolos delante de sus propias contradicciones. Frente a la afirmación de que está poseído por Belzebú (el jefe de los demonios) muestra que esta afirmación no tiene ningún fundamento porque ¿Cómo puede un demonio atacar a otro demonio? ¿No significaría esto, acaso, la ruina del poder del mal? Jesús afirmó –en sus predicaciones – que lo que lo mueve es Dios mismo y que Dios es amor y sólo amor. ¿Qué es lo que nos mueve a nosotros? ¿Qué te mueve a ti?

 

Notemos que los que acusan a Jesús de ser movido por el demonio, no niegan a Dios. Ellos niegan que la práctica liberadora de Jesús sea de Dios. Sin embargo, esta postura está en contra de la afirmación esencial sobre la identidad de Jesús. De hecho, la identidad de Jesús es el punto clave de las narraciones evangélicas y de todo el Nuevo Testamento. Este Jesús del que allí se habla no tendría mayor valor si solo fuese una persona excepcional.  Sin embargo, lo que la fe cristiana afirma es que este Jesús es (teológicamente hablando) el enviado de Dios (Mesías); el ungido de Dios (Cristo), el Hijo de Dios, el Mediador de la salvación. Por tanto, afirmar que está poseído por el demonio es negar radicalmente este horizonte de identidad de Jesús en el que se fundamenta la fe cristiana.

 

Hoy, delante de Jesús, es un excelente día (y así deberían ser todos los días, para cada creyente) no sólo para preguntarnos qué es lo que creemos sobre Jesús, sino para renovarle nuestro amor y nuestra adhesión, nuestro deseo de seguirlo y de dejarnos transformar por Él. Es la oportunidad para reconocer en Él la presencia de Dios-AMOR, que acompaña nuestra vida y nos sigue llamando.

 

  • ¿Vivo la opción cristiana con convicción y valentía?

 

  • Si Jesús me preguntara ¿Dónde estás? ¿Qué le responderías?

 

  • Adán se ocultaba de Dios, tenía miedo, no quería dejarse encontrar por Dios ¿He pasado por situaciones como esta?   

 

  • ¿Qué es lo que me mueve cada día?

 

“Dios, Padre nuestro, que en Jesús de Nazaret, nuestro hermano, has hecho renacer nuestra esperanza de un cielo nuevo y una tierra nueva; te pedimos que nos hagas apasionados continuadores de su proyecto, de modo que sepamos comunicar y contagiar a todos, con la palabra y con las obras, con su mismo coraje y convicción, la esperanza que nos sostiene. Te lo pedimos inspirados por Jesús, hijo tuyo y hermano nuestro. Amén.”

 

 

Terminemos nuestra reflexión orando con el…

 

Salmo 130

Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.

 

Desde lo hondo a ti grito, Señor; / Señor, escucha mi voz; / estén tus oídos atentos / a la voz de mi súplica. R.

 

Si llevas cuenta de los delitos, Señor, / ¿quién podrá resistir? / Pero de ti procede el perdón, / y así infundes respeto. R.

 

Mi alma espera en el Señor, / espera en su palabra; / mi alma aguarda al Señor, / más que el centinela a la aurora. R.

 

Aguarde Israel al Señor, / como el centinela la aurora; / porque del Señor viene la misericordia, / la redención copiosa; / y Él redimirá a Israel / de todos sus delitos. R.



 

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