¿Quiénes son hoy en día los buenos pastores de almas, a semejanza de Jesucristo?

Jesucristo es nuestro Buen Pastor, el Pastor Eterno, que dio la vida por nosotros, Sus ovejas. Y en el mundo de hoy, ¿a quiénes podemos considerar los buenos y verdaderos pastores de almas, los que cuidan que no se pierdan sino que se salven de la Condenación Eterna?

A semejanza de Jesucristo, nuestros obispos (los sucesores de los apóstoles) y sacerdotes debieran ser los “buenos pastores, que dan la vida por sus ovejas”. Hagamos entonces el ejercicio de mirar a nuestro alrededor y de preguntarnos si nuestros obispos y sacerdotes están cumpliendo a cabalidad esa misión, si de verdad están demostrando ese incansable celo y esfuerzo por las almas que les han sido encomendadas.

Escuchemos al Padre Pío Vázquez quien, en la siguiente homilía, nos explica con detalle cómo deben ser los “buenos pastores de almas” y, consecuentemente, cómo distinguir si los obispos y sacerdotes que conocemos, están cumpliendo el mandato de cuidar las almas a ellos encomendadas, para que se salven de la Condenación Eterna:

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