En Defensa de la Fe


Cómo se debe educar a los hijos en la Fe

El Matrimonio católico no solamente tiene como meta el tener hijos sino también, y más principalmente, el hacer de ellos santos.


Por una parte, la educación de los hijos debe abarcar su formación intelectual y moral (en especial su voluntad, su carácter).


Por la otra, debemos educar a los hijos en la Fe (esto es, su formación religiosa, la cual ha de impartírseles para que alcancen la Santidad).



(La reflexión a continuación está extractada de la homilía del Padre Pío Vázquez con ocasión de la Fiesta de la Sagrada Familia).



Por una parte, la educación de los hijos debe abarcar su formación intelectual y moral (en especial su voluntad, su carácter). Y por la otra, debemos educar a los hijos en la Fe (esto es, su formación religiosa, la cual ha de impartírseles para que alcancen la Santidad). En la Sagrada Familia tenemos el modelo.Por una parte, la educación de los hijos debe abarcar su formación intelectual y moral (en especial su voluntad, su carácter). Y por la otra, debemos educar a los hijos en la Fe (esto es, su formación religiosa, la cual ha de impartírseles para que alcancen la Santidad). En la Sagrada Familia tenemos el modelo.



La educación religiosa debe comenzar desde temprana edad

Esto es de gran trascendencia pues “hay ciertas fibras religiosas en el niño que no se desarrollarán jamás, o con mucha dificultad, si no se trabajan en la infancia”:


“Si desde que los niños son muy pequeños no nos encargamos de inculcarles la Fe y todos los principios religiosos, y los dejamos largo tiempo en una especie de adormecimiento respecto de su Fe, es prácticamente imposible que ello no tenga efectos fatales una vez que lleguen a la adolescencia y luego a la edad adulta. De allí que muchos pierdan la Fe”.



La formación espiritual de los hijos debe abarcar principalmente los siguientes puntos:


1) Instrucción religiosa.

“Es un deber grave de los padres procurar que sus hijos aprendan de la Doctrina Católica aquellas cosas que son necesarias para alcanzar la eterna salvación”.


Debe comenzar con las oraciones elementales que todo católico debe saber rezar (la señal de la Cruz, el Padrenuestro, el Avemaría, el Credo, el acto contrición, etc.).


Evidentemente, los buenos padres no se contentarán solo con ello sino que buscarán que sus hijos, a medida que vayan creciendo, amplíen sus conocimientos religiosos para que, de esta manera, puedan poseer una Fe ilustrada.



2) Procurar los Sacramentos a los hijos y que lleven en la práctica vidas católicas.

“Es obligación grave de los padres procurar que sus hijos reciban los diversos Sacramentos a medida que llegue el tiempo o edad para ello”.


“En primer lugar, es deber gravísimo bautizar a los hijos lo más pronto posible, procurando que no pase de la semana o máximo dos semanas y esto cuando hubiere causas graves que lo justifiquen. Retrasar innecesariamente el Bautismo por fútiles pretextos es un pecado supremamente grave en los Padres”.


También es una obligación muy grave de los padres ocuparse de que sus hijos hagan la Primera Comunión a temprana edad, apenas lleguen al uso de razón, esto es, a los siete años. Es un pecado en los padres si el niño tiene 8 o 9, o peor aún, más años y no ha hecho ni están procurando que haga la Primera Comunión. En la medida en que el niño sea de mayor edad, tanto mayor es el pecado. “Por tanto, Padres, atentos, pues (insistimos) es una obligación grave y su quebrantamiento supone pecado mortal”.


Exactamente lo mismo sea dicho con respecto a la Confirmación, “cuando ha llegado la edad oportuna para la misma”.


Asimismo, es obligación de los padres enseñar a sus hijos a que lleven vidas católicas:


  • “Llevarlos a Misa todos los Domingos y Fiestas de precepto, acostumbrándolos a esto desde muy pequeños. Gravísimo daño se hace a los hijos si se los malacostumbra a faltar a Misa los Domingos”.


  • “Enseñarles a que se confiesen con frecuencia, desde muy pequeños”.


  • “Apenas empiecen a abrir sus ojos a la realidad de las cosas, los padres deben infundir en sus hijos un gran amor a Dios, a la Santísima Virgen María, a la Iglesia, a los sacerdotes”.


  • “Enseñarles a rezar a su Santo Ángel de la Guarda”.


  • “Acostumbrarlos a siempre hacer las oraciones de la mañana y de la noche” (es decir, al levantarse y al acostarse).


  • “Es muy importante, el acostumbrarlos a rezar el Santo Rosario en familia”.


  • “Junto con el amor a Dios, los padres deben imprimir en sus hijos el odio y aborrecimiento al pecado, como ofensa a Dios, y por tanto como cosa sumamente desagradable en su divino acatamiento”.


  • “Los padres deben infundir en sus hijos el amor de la virtud e instruirlos en qué son las virtudes y cómo conseguirlas: la piedad, la obediencia y respeto a los mayores, la Caridad, la sinceridad, la pureza, la mansedumbre, etc., etc”.


  • “Los padres deben sembrar en sus hijos entrañas de piedad y misericordia para con los pobres y necesitados, enseñándoles a socorrer todo prójimo constituido en necesidad”.



3) Dar buen ejemplo.

El buen ejemplo de los padres es indispensable en la educación de sus hijos.


“Imposible será lograr que ellos lleven vidas dignas de un católico si los padres no lo hacen. Como dice el dicho, nadie da lo que no tiene. Si los padres brillan por sus fallas en la vida religiosa (no ir a Misa, no rezar, etc.), otro tanto habrá que esperar de los hijos”.


“Desde que los hijos son muy pequeños, es muy importante dar ejemplos de vida católica, predicando con las obras”.


“En ese sentido, debe evitarse todo mal ejemplo que pueda escandalizarlos, como por ejemplo decir mentiras frente a ellos, o lanzar imprecaciones y decir palabrotas en su presencia, o que los padres discutan y peleen estando ellos presentes, ofendiéndose mutuamente. Eso es terriblemente malo”.



4) Vigilancia.

“Es muy importante también y forma parte de la educación de los hijos la vigilancia que se ha de tener sobre ellos”.


“Esta no ha de ser de manera que los padres estén siempre encima de ellos; esto sería contraproducente”.


“Pero sí es obligación de los padres velar por sus hijos y apartarlos de los peligros que hay en muchas cosas (lecturas, espectáculos, películas, amistades, música, etc.)”.


“Tal obligación es con mayor razón, teniendo en cuenta que, por la falta de experiencia, los hijos muchas veces no perciben el riesgo en que se hallan sus almas”.


“En este sentido, es muy importante que los padres velen porque sus hijos no entren en amores prematuros o en noviazgos precoces (a los 13, 15, 17 años), por el gran sinsentido que ello representa, no solamente porque no están en edad para pensar en Matrimonio sino también por el gran peligro que corre la pureza de ellos”.


“Muchos por ahí comenzaron a caer en tales pecados. Ojo, padres; si llegase a ocurrir, ustedes son los responsables y darán cuenta a Dios”.



5) Corrección y castigo.

“Debido a la naturaleza caída, inevitablemente en la educación de sus hijos los padres más de una vez deberán recurrir a la corrección e incluso al castigo”.


“El niño empezará ya desde muy pequeño a mostrar las malas inclinaciones: rabietas, envidia, caprichos, egoísmo, etc. El trabajo de los padres consiste en enderezar tales inclinaciones, con una disciplina firme y severa”.


“Después habrá de corregir al adolescente, pero no con aspereza y pasión, sino con firmeza y energía para que no se desvíe y tome los caminos del mal y del pecado”.


Cuando los hijos requieran recibir un castigo debido a alguna falta, para que éste sea educador y eficaz, ha de estar revestido de las siguientes condiciones”:


a)       “Ha de ser en el momento oportuno, buscando el tiempo más apropiado para ello”.


b)       “Ha de ser justo, es decir, no habrá que rebasar nunca los límites de lo razonable”.


c)    “Ha de ser prudente y moderado, no dejándose llevar nunca de la ira, sino dominando esta pasión”.


d)       “Ha de ser cariñoso, esto es, procediendo de manera que el niño o el adolescente comprendan que el castigo le es impuesto por su bien”.






“El día de hoy reflexionemos todos sobre nuestras familias, especialmente sobre el tema de la educación. Pensemos y meditemos cómo hemos obrado u obramos a este respecto y corrijamos lo que haya que remediarse”.


“Y todos volvamos nuestros ojos hacia la Sagrada Familia, pues en sus tres miembros vemos brillar todas las virtudes y por lo tanto tenemos allí ejemplo a imitar y seguir”.


“Pidamos, pues, el día de hoy a la Sagrada Familia, Jesús, María y José, que nos den la gracia y nos ayuden para que nuestras familias puedan ser verdaderamente católicas y que podamos corregir todo lo que no esté bien en ellas”.


“Ave María Purísima”.



Ir al inicio de la página En Defensa de la Fe



 

 

And How Can I Help?

You may wonder, 'how can I be part of the solution', 'how can I contribute?'. Learn more...